
Este es sólo un ejemplo de los métodos poco convencionales que usa el recién estrenado profesor de secundaria con sus alumnos. Haciendo más caso a su intuición y a lo que le dicta su conciencia que a las directrices académicas, consigue despertar el interés de los jóvenes. Se dedica a escuchar a sus alumnos y a aprender de ellos, poniéndose a su altura para conocer sus inquietudes, sus gustos y su forma de ver el mundo.